sábado, 18 de septiembre de 2010

EXposición




En mitad de la tarde, la calle se muestra elegante. La mezcla del verde-café-amarillo hace de éste, el lugar perfecto para pasear.

A ella le llama la atención el tipo que está en la cuadra de enfrente. Cruza y le habla.
ELLA
¿Hola?

Benjamín gira la cabeza mientras va parando su andar. Se detiene.

ÉL
(tímido)
Hola

ELLA
¿Cómo estás?

ÉL
Bien
(...)
¿y tú?
(como obligado a hacerle la pregunta)

Se quedan mirando. Ella está completamente detenida mientras que él le muestra su hombro como queriendo ir.

ELLA
Eee, iba camino a mi exposición porque aceptaron mi trabajo y bueno, es mi primera exposición…

ÉL
Ah, no, es que voy un poco atrasado y…

ELLA
No, no (se ríe corto y suave) mmm, ¿por qué andas con paraguas?

Benjamín se detiene completamente y la queda mirando como tratando de no responder a esa estúpida pregunta.

ELLA
Te lo pregunto porque no está lloviendo y me parece un poco absurdo.

ÉL
¿Dejó de llover?

ELLA
No ha llovido en todo el día. Ni siquiera en la semana y hace meses que no lo hace.

Benjamín estira su mano –tímidamente- afuera del paraguas. Lo devuelve rápidamente.
ÉL
Mírate, estás empapada.
(...)
si quieres te puedes acercar para que no te sigas mojando.

Constanza lo mira sorprendida. Se mira y no ve ni una gota de agua, sin embargo, se acerca -encogida de hombros- muy cerca de Benjamín, ahí debajo del paraguas.

CONSTANZA
Hola, soy Constanza.

BENJAMÍN
Yo Benjamín.

Se quedan parados en mitad de la calle. Ambos miran hacia el cielo y se quedan un momento (no incómodo) en silencio.

CONSTANZA
¿Desde cuándo dirías tú que llueve?

BENJAMÍN
Empezó hace como dos días ¿te acuerdas? Partió con ese temblor de fuerte remezón, y siguió con una tormenta eléctrica, pero que ya de a poco ha ido disminuyendo.

CONSTANZA
Ah sí, lo recuerdo. Oye ¿y tú no ibas atrasado? Porque si quieres podemos caminar. Íbamos en la misma dirección.

BENJAMÍN
No, parece que prefiero quedarme acá hasta que la lluvia pare; me cansé de caminar ¿Me acompañas?

Constanza iba a responder pero se dio cuenta que Benjamín no había terminado
BENJAMÍN
(...)
o quizá tengas que estar en tu exposición.

CONSTANZA
No, sí, te acompaño.

Constanza y Benjamín se miran. Contemplan la belleza de sus rostros a su modo. Él se detiene en la boca y ella en sus ojos. Constanza se da cuenta que Benjamín le mira los labios y los mueve tímidamente. Se ponen nerviosos pero se siguen mirando, descifrando e interesando. La barba recortada, los labios partidos y la pequeña cicatriz en el cuello. El pelo largo, los ojos azules y grandes, rasgos finos, delgada, elegante. Los labios robustos, dulces y provocantes, su bigote y dos canas. Su mano suave y fina, la de él, brusca y cordial. Se sonríen. Benjamín la queda mirando pasmado; se acerca y le da un beso en la mejilla. Ella sonríe y mira el suelo, luego lo mira e inclina su cuello para arriba, mostrándose sonrojada.

BENJAMÍN
(cerrando el paraguas)
¿Vamos?

CONSTANZA
¿A mi exposición?

BENJAMÍN
Sí.

Debían cruzar la calle y Constanza pisa un charco de agua producto de la lluvia.

BENJAMÍN
No soporto cuando pasa eso, pero supongo que es mejor a que siga lloviendo, ¿no?







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